lunes, 21 de febrero de 2011

el mensaje a laodicea


V amos a comenzar leyendo Apocalipsis 3:14-22.
Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 15 Yo
conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de
mi boca. (Apocalipsis 3:14-16 RVR 1960)
Laodicea no tenía su propia fuente de agua.
La ciudad recibía su agua de las fuentes termales, pero cuando el agua llegaba a Laodicea, ya estaba fría, y tenían que volver a calentarla.
No se podía beber el agua tibia. Al beberla era escupida de la boca.
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre,
ciego y desnudo. (Apocalipsis 3:17) Económicamente, Laodicea era una ciudad muy prospera, y de hecho era el centro bancario
para toda la región de Asia Menor.
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre,
ciego y desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y
que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. (Apocalipsis 3:17-18)
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:19) Entonces Laodicea era una ciudad donde la
población se sentía contenta y auto-satisfecha, debido a sus grandes riquezas y sus éxitos económicos. Gozaba de mucha comodidad
y no sentía la necesidad de pedir o recibir ayuda del hombre ni de Dios. Estas
actitudes habían infectado la iglesia, entonces la gente de la iglesia también era auto-satisfecha
y confortable, y no tenía interés en cultivar su comunión con Dios. La
gente de la iglesia era tibia, como las aguas de la ciudad, y sentía que de ninguna cosa
tenia necesidad. Entonces Jesús mandó este mensaje a los miembros de la iglesia,
queriendo corregirlos, porque El los amaba. Este mensaje no fue escrito a toda la
ciudad. Fue escrito a la iglesia de la ciudad. Y Jesús dijo que la iglesia era desventurada,
miserable, pobre, ciega y desnuda. Y El le dijo que si no había cambios, El iba
a vomitarla de su boca. El no podía suportar para siempre la indiferencia de los creyentes allí

( NOTA: DANDO CLIC A LOS ANUNCIOS QUE APARECEN EN LA PARTE LATERAL O INFERIOR DEL BLOG PUEDES AYUDAR GRACIAS )

No hay comentarios:

Publicar un comentario